diumenge, 5 de juny del 2011

Soy una neurona

Soy una neurona, un punto del tejido más perfeccionado que existe (por ahora), el del sistema nervioso.
Mi cometido y el consecuente registro de alegría se cumplen, simplemente, si estoy receptivo a la información vital y la traslado a otros puntos lo mejor que pueda.

Se trata de otro emplazamiento y otra concepción. Se trata de un cambio de paradigma. Se trata del verdadero concepto de Salud. Ya no es un punto que, en autodefensa compensatoria, mira por procurarse solitariamente un supuesto bienestar, algo por cierto enfermizamente inalcanzable desde un emplazamiento semejante, sino un punto igual a todos los demás que encuentra su feliz fluir al pensar, sentir y actuar como parte de un Todo, como parte de un Nosotras.

Lo que el mejor conocimiento ya ha alcanzado mediante la observación fractal, es que en cada punto de un tejido está también el Todo completo.
Y es desde ese otro “momento” de contacto y procesamiento de la neurona consigo misma, que esta genera nueva información fruto de su conexión con el Todo (que está adentro y afuera).

Así reviso y cuido de todas mis relaciones hoy, valorando y alimentando por un lado el mantenimiento de la simple conexión y, por otro, el cuidado en la recepción, transmisión y generación de afecto, información, acción y comunicación valiosos.

Así voy avanzando a la vez en la posibilidad de continuidad más allá de la muerte física. Esa hermosa posibilidad que rompe el absurdo y el desgastador sin-sentido. Esa hermosa posibilidad que se genera al imaginar y meditar acerca de la acumulación de inteligencia en el tiempo.
Es muy evidente que el tejido humano que sigue creciendo, entendido como un dios que se hace crecientemente inteligente, no está formado solamente por los físicamente presentes, sino que constantemente cuenta, se basa y recupera aportes, caminos y estelas trazadas por neuronas que ya pasaron a otro plano...